Ahora mismo no queremos mirar atrás, pero a Konrad y a Paul los conocimos hace un porrón de años. Muchos. Eones de tiempo. Y los amamos desde el minuto uno.
Desde que allá por los años 90 del siglo pasado los tebeos de Ralf König aterrizasen en nuestro país, primero en las páginas de la revista El Víbora y más tarde en álbumes como El condón asesino, Huevos de toro o El hombre deseado, hemos procurado leer todo lo que llevase su firma, y no solo leerlo, también traducirlo del alemán con talento y gracia, y publicarlo para gozo y disfrute del mercado hispanohablante. Si hoy tuviéramos que elegir un título de esa amplia bibliografía para seducir a un nuevo lector dudaríamos mucho, pero seguramente nos inclinaríamos por alguno de los libros protagonizados por esa pareja encantadora y descacharrante. El libro gordo de Konrad y Paul es una buena manera de conocerlos.
Konrad y Paul son… ¿agua y aceite? ¿Uña y carne? Digamos que Konrad y Paul son, para empezar, pareja. Konrad personifica nuestro yo ordenado y culto, es amante del buen cine, la lectura, sensible al arte e interesado por la cocina. Paul encarna nuestra parte procaz, sinvergüenza, impulsiva, es poco dado al ejercicio intelectual y está más interesado en los placeres dionisíacos. Ambos están enamorados, el uno del otro y el otro del uno, o por lo menos se quieren a rabiar, con locura, mucho más de lo que ambos estarían dispuestos a reconocer. Pero no todo el monte es orégano, claro.
Y Mamma mia! es el tebeo de la crisis. De una de tantas, pero esta vez más. La tesitura global no ayuda: el planeta ha sido sacudido por una pandemia, el optimismo empieza a verse como un ademán tóxico, el teletrabajo ya veremos, y que si una crisis climática, que si la variante ómicron, que si los rusos, las cenas de Navidad… ¡Y que ABBA presenta nuevo disco tras cuarenta años de silencio! El panorama es de por sí estresante, y nuestros héroes no son ni mucho menos de piedra. Veremos cómo salen de esta.
La pareja, los amigos, el sexo, el amor, la familia, la homosexualidad y sus particularidades (y la heterosexualidad y sus particularidades), el yo, el tú, nuestras manías, las de los demás… Con su enorme y característico talento para la sátira sociológica, Ralf König vuelve a servirse de esta pareja de dos para desplegar una mirada humana y tierna, pero también ácida y descacharrante, sobre los infinitos condicionantes que tienen lugar en este asunto de todos los días que llamamos tan vulgarmente… ¡vivir!
Asómate aquí al adelanto de Mamma Mia!
