Jeffrey Brown nos demuestra su devoción por los gatos dedicando su nueva obra a los felinos con los que ha compartido su vida.
Lástima que Buster sea un mixino tan miedica, ya que se verá en grandes apuros justo cuando se quede solo en casa y su hogar se llene repentinamente de unos monstruitos aterradores…
Buster ha vuelto y más valiente que nunca. Cada noche, antes de acostarse, hace la ronda y comprueba que su casa esté libre de monstruitos. Todo parece ir bien, hasta que una noche… ¡Ostrís, un minino de pelaje blanco en el sofá! ¿Qué hará ahí?