Jill intenta ser una buena chica. Intenta sacarse una carrera mientras trabaja honradamente en una tienda de ropa. Pero a Jill le gusta tanto el sexo que se salta clases y llega tarde al curro con los pantalones rasgados justo en la entrepierna y aún jadeando. Y si encima se tira a los empleados en el almacén, pues es normal...