El porvenir de Cléa está muy claro: según decisión familiar está destinada a ser condesa y a perpetuar el linaje del Agua casándose con el joven Berthier. Ah, pero el sentir íntimo de la muchacha es muy otro, ya que en su interior late un profundo amor por la danza y se baraja la posibilidad de orientarse a una vida artística.
El encuentro fortuito con un mago callejero sacudirá su existencia y supondrá un terremoto en su entorno. Pierrot es encantador, carismático, rebosa ingenio y aparece siempre envuelto en un sugerente halo de misterio. Cléa percibe en él los vientos de la pasión y la libertad, un estímulo para sus inquietudes y un motivo para el amor. Lo que todavía no ha previsto es que el amor también guarda facetas amargas.
Mi amigo Pierrot es el más reciente trabajo del francés Jim Bishop, cuyo mundo, plagado de paisajes fantásticos y ensoñaciones épicas, descubrimos con Una carta para Yodo. Aquella novela gráfica de médula europeísta pero con un ojo puesto en el grafismo característico del cine de animación japonés mereció la atención de la crítica y el público internacionales, que señalaron a Bishop como uno de los nuevos estetas del medio, algo que viene a certificarse en esta nueva obra.
Mi amigo Pierrot es un cómic gobernado por su espectacular puesta en escena, llevado de un trazo fascinante y delicado y capaz de un trabajo de color hipnótico. Un dominio técnico que Jim Bishop pone al servicio de un relato basculante entre la fábula filosófica, la fantasía onírica y el más barroco romanticismo. Una historia, finalmente, en la que se combinan los modos arcaizantes del romance tradicional y su consabida exaltación de los sentimientos con la sofisticación estética del tebeo modernista.
Puedes empezar a degustarlo en el adelanto que te hemos preparado.
Previsualizar 
