En los años noventa, la industria del cómic vivía en nuestro país una época difícil, más bien penosa en lo industrial, pero entusiasta y sobrada de talento. Soplaban vientos de cambio. Las revistas agonizaban y la novela gráfica empezaba a dar que hablar en Francia y Estados Unidos. El cómic, preocupado por la realidad y afligido por su propia circunstancia, estaba condenado a hacerse mayor. Y Max iba a ser uno de los autores que encabezaría esa madurez no solo en lo estilístico sino también en lo temático.
El prolongado sueño del sr. T. pertenece a la etapa más dramática de la obra de Max, pudiendo asociarse a otros títulos meditabundos de su autor como Órficas, Monólogo y alucinación del gigante blanco o la historieta Nosotros somos los muertos, que, autoeditada originalmente como fanzine, le sirvió para expresar su preocupación por una Europa inope y a la deriva. Experimentando en busca de una nueva modulación para su voz autoral, Max encontró en la mitología y el mundo simbólico, tan adecuados para el lenguaje del cómic, herramientas para elevar el discurso y resignificarse como autor.
La sinopsis es la siguiente: El 17 de marzo de 1993, Cristóbal T., casado, empleado de comercio, se acostó en su cama sobre las doce de la noche, como de costumbre. Cuando despertó, a las siete de la mañana, como de costumbre, se encontró en la UCI del hospital de Son Dureta, de Palma de Mallorca. Habían pasado 40 días. Lo primero que hizo Cristóbal T. tras abrir los ojos fue pedir papel y lápiz a las atónitas enfermeras. Durante las semanas siguientes, el sr. T. llenó tres cuadernos con una narración detallada de todo cuando había soñado. Las páginas que siguen son una transcripción gráfica de su relato.
Como de costumbre en Max, la forma y el contenido son una sola cosa, y ese relato del que se habla, de un soberbio y abrumador poderío gráfico, transcurre como un milhojas en diversos planos no solo oníricos sino de lectura, dando lugar a una experiencia que en cada revisión nos revelará nuevos secretos que permanecían ocultos… muchos de ellos en nosotros mismos.
Publicado por entregas en las páginas de la revista El Víbora y recopilado como libro en 1998, El prolongado sueño del sr. T. fue reconocido como el mejor guion nacional de aquel año en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona. Recuperamos ahora en una asequible edición en rústica este clásico contemporáneo obligatorio en todas las bibliotecas.
Atiende sus primeros compases en el adelanto que te ofrecemos y corre a por tu ejemplar el 5 de septiembre.
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